- Los quelonios entran al mar en la zona protegida de la playa de El Saler con emisores para satélite que permitirán su seguimiento y control
Las diez tortugas bobas que han sido criadas y cuidadas durante más de un año en el ARCA del Mar de la Fundación Oceanogràfic, procedentes del nido hallado en julio del año pasado en una playa de Sueca, han entrado esta mañana por primera vez al mar provistas de emisores para satélites con las que se podrán seguir sus evoluciones durante al menos seis meses.
La suelta ha tenido lugar en la zona protegida de la playa de El Saler de València tras las intervenciones del delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, la directora general de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, Raquel Orts, el secretario autonómico, Julià Álvaro, la patrona de la Fundación Oceanogràfic, Mercedes Calabuig, y el profesor Eduardo Belda, de la Universidad Politécnica.
Moragues, además de destacar la coordinación entre administraciones, universidad y Oceanogràfic, ha reseñado que “estamos todos juntos en el respeto al medio ambiente y en el cuidado del medio marino” y ha lanzado un mensaje de concienciación “para que todos aquellos que estén en el mar lo cuiden y velen por su sostenibilidad”, recomendando que “cualquier persona que se encuentre con una tortuga o con un nido u otra especie marina lo ponga en conocimiento del 112 para que se inicien los protocolos establecidos”.
Por su parte, Raquel Orts ha resaltado el hecho de que el departamento ministerial que dirige incluyera el nombre del mar, porque, ha dicho, “ahora también toca proteger el mar”. Orts ha comentado la colaboración de las distintas administraciones en este objetivo, “pero las administraciones no pueden hacer nada sin la colaboración de científicos, técnicos y de la población, de quienes disfrutan el mar y de quienes se gana la vida en él”.
El secretario autonómico de la Conselleria de Medio Ambiente ha señalado que València se ha convertido en el faro de referencia de la conservación de las tortugas marinas en el Mediterráneo occidental” y ha marcado el camino de colaboración y “trabajo conjunto” de instituciones como la Generalitat, el Ministerio, la Politécnica, el Oceanogràfic, el Parador de Turismo y los voluntarios de Xaloc”. “Que las tortugas -ha añadido- elijan la playas de València para desovar es motivo de satisfacción, pero debe ser también la razón de nuestro compromiso con su conservación y estudio”.
Un acto que da sentido a la Fundación Oceanogràfic
Mercedes Calabuig ha explicado el papel que ha tenido la Fundación Oceanogràfic hasta el momento de la suelta de los quelonios, ya que ha sido en el ARCA del Mar donde llegaron los huevos que eclosionaron con diez pequeñas tortugas que, después de algo más de un año, han llegado hoy a la orilla del mar en condiciones perfectas de salud y fortaleza para afrontar las adversidades del medio natural.
“La historia de estas tortugas es un magnífico ejemplo con final feliz, ya que gracias a la colaboración ciudadana y a la Red de Varamiento, que forman la Conselleria de Medio Ambiente, la Universitat de València y el Oceanogràfic, se pudieron proteger. Y después de este tiempo de observación y cuidado en la Fundación se ha conocido mejor a estos animales. Por ello, el momento de su suelta es un momento feliz y de satisfacción para todo el personal del Oceanogràfic y de su Fundación”.
Calabuig ha concluido su intervención comentando que “actos como este dan sentido a la labor de a la Fundación Oceanogràfic y hacen visible de una forma más evidente el trabajo de investigadores, veterinarios y cuidadores”.
Finalmente, el profesor Belda ha explicado los pormenores de la misión que cumplirán los emisores de satélite aportados por el ministerio, que ha instalado en los caparazones de las tortugas y gracias a los cuales se conocerá, al menos en un periodo de seis meses, la evolución de los animales.