La entidad sin ánimo de lucro vela por las condiciones de cerca de mil millones de animales en el mundo y controla, entre otros, el trato animal en Hollywood.
La AH ha otorgado un 90´56 % de puntuación al Oceanogràfic y no requiere medidas correctivas en el acuario.
El Oceanogràfic de València ha logrado la certificación de bienestar animal que otorga la American Humane (AH) a través de su programa Humane Conservation ™. American Humane es un organismo sin ánimo de lucro y la primera organización humanitaria nacional en Estados Unidos.
AH es el certificador más grande del mundo en términos de bienestar y el trato humano de los animales en entornos laborales y/o gestionados por personas incluyendo todo tipo de instalaciones como zoos, acuarios y granjas. La supervisión de AH llega a unos mil millones de animales en todo el mundo. Sus diferentes programas de certificación verifican que las instalaciones cumplen con los más altos estándares de cuidado de animales a su cargo.
El nuevo programa de auditoria de certificación de bienestar animal de la American Humane es la Certificación Humane ConservationTM (CCH), que trata de verificar que todos los animales que residen en zoos o acuarios son mantenidos bajo los estándares más exigentes de cuidado animal y tratados de manera humana y ética.
Además de su labor evaluadora socorre a animales dañados por catástrofes.
La entidad americana fue fundada en 1877 y en 1940 se convirtió en la única entidad acreditada para impedir que los animales fuesen dañados durante los rodajes de las películas de Hollywood, por lo que es más conocida por su marca «No Animals Were HarmedTM«.
Una puntuación de 9 sobre 10
La American Humane ha inspeccionado al Oceanogràfic del 4 al 7 de marzo pasados y ha otorgado una puntuación de bienestar del 90´56%, al verificar los múltiples procedimientos, políticas, instalaciones y equipos que participan en el cuidado animal, y ha certificado, por tanto, que el acuario goza de los máximos estándares de salud y bienestar.
Según sus propios comentarios, los auditores quedaron impresionados por las instalaciones, el equipo humano, los procedimientos y el buen estado de los animales .
“Las exhibiciones -asegura en el resumen de la evaluación- están bien mantenidas y ofrecen una variedad de decoración y estimulación que enriquecen a los animales”.
La inspección fue realizada por un grupo diverso de profesionales independientes con una larga experiencia en biología, medicina y conservación de especies marinas. Ninguno de los apartados en los que se divide el protocolo de certificación ha requerido de medidas correctivas.