- Seis especies de bípedos se alimentan y conviven diariamente con sus parientes del Lago Vivo del acuario
En las instalaciones del Oceanogràfic existe el Lago Vivo, una extensión de agua dulce en la que se pueden observar cotidianamente una amplia variedad de aves acuáticas, como Pato colorado (Netta rufina) o el Tarro blanco (Tadorna tadorna) que campan a sus anchas y forma parte de la gran familia de animales al cuidado del acuario. Sin embargo, el proceso de naturalización de ese lago atrae a diferentes especies de aves, que lo visitan desde diferentes lugares a lo largo de todo el año y que cada vez son más y más variadas.
El lago actualmente sigue un ciclo natural libre de cloro que hace que proliferen las algas, que a su vez muchos insectos lo utilizan como lugar de protección y puesta de sus huevos. A continuación, aparecen algunas especies que se alimentan de estos insectos, como pequeñas aves o las ranas. Por último, algunas aves más grandes se acercan y depredan sobre ellas. Por lo tanto, el ciclo de la vida también se representa en este nuevo hábitat del Oceanogràfic: el Lago Vivo.
Aviones a la caza de efímeras
Actualmente, en el lago vivo se puede observar al avión roquero (Ptyonoprogne rupestris). Se trata de una pequeña ave de la familia de las golondrinas que nidifica en cantiles rocosos de las montañas valencianas y en invierno se acerca a zonas litorales para alimentarse de diferentes especies de insectos, ya que en estas zonas las temperaturas son más suaves y pueden encontrar alimento.
Por ello, actualmente se puede observar un buen grupo de esta curiosa especie dentro del Oceanogràfic alimentándose de los invertebrados conocidos como efímeras. Se trata de unos insectos de la familia de los efemerópteros cuyo nombre indica que su vida adulta es muy corta. Su fase de ninfa es acuática y puede durar varios meses. Sin embargo, la fase adulta alada dura muy poco y es la que aprovechan los aviones para capturarlos al vuelo.
Los aviones roqueros son grandes acróbatas y se puede observar muy bien cómo realizan diferentes quiebros y picados para alimentarse de las efímeras en vuelo. Dentro de unas semanas, al inicio de la primavera, los aviones roqueros volverán a sus zonas de cría hasta que en el próximo otoño-invierno regresen al acuario.
Gallineta común
Una de las aves más frecuente, y que se puede observar todo el año, es la Gallineta común (Gallinula chloropus), una especie común en ríos, lagos y humedales, que cuenta con varias parejas dentro de las instalaciones del Oceanogràfic. El lago vivo supone una fuente importante de alimento, por las algas presentes en el agua. Es fácil de observar moviéndose con los patos de la instalación o, incluso, caminando fuera del agua.
Pescadoras con “arpón”
Otras especies presentes en el Oceanogràfic son la Garcilla bueyera (Bubulcus ibis) o la Garceta común (Egretta garzetta). Ambas pertenecen a la familia de las garzas y se caracterizan porque son especialistas en pescar diferentes especies acuáticas utilizando su gran pico como arpón. Se colocan pacientemente en el límite del lago y esperan a que pase alguna rana en sus proximidades. En ese momento, un disparo certero con su pico atrapa a su presa.
Cormoranes y gaviotas
Por otro lado, el Cormorán grande (Phalacrocorax carbo) también visita las instalaciones del parque. Se trata de una especie piscívora, es decir, se alimenta básicamente de peces y en el Oceanogràfic, además de visitar a los cormoranes del Lago Vivo, se alimenta del pescado que entregan los cuidadores a sus parientes.
Sin embargo, la especie visitante más conocida del Oceanogràfic es la Gaviota patiamarilla (Larus michahellis). Esta inteligente especie se alimenta de un amplio abanico de posibilidades, desde palomas hasta comida de las propias especies del lago. Utiliza diferentes instalaciones del parque como posadero, desde donde controla su campo de visión y suele observarse todos los días volando por entre los edificios, pasillos, estructuras, etc.
Insecticida biológico
Además, existe otro grupo de aves que visita el lago, pero que al ser mucho más pequeñas que las especies anteriores pasan más desapercibidas. Es el caso de la Lavandera blanca (Motacilla alba) o Lavandera cascadeña (Motacilla cinerea), que se alimentan de las especies de insectos del lago, siendo un estupendo insecticida biológico.
El ciclo de la vida se representa en este nuevo hábitat del Oceanogràfic y la observación de las aves para los visitantes es muy gratificante, ya sea de las especies propias del Oceanogràfic como de las que lo visitan y ya forman parte de él. Por ello es necesario conocerlas, respetarlas y conservarlas