DIA MUNDIAL DE LAS AVES MIGRADORAS
Pedro del Baño
Dep. Educación Oceanogràfic
Siempre es gratificante observar el vuelo acrobático de la Golondrina común, observar los llamativos colores del Martín pescador o escuchar plácidamente el armónico canto del Ruiseñor común. Sin embargo, hay un fenómeno en las aves aún más impresionante que lo citado anteriormente, y es el fenómeno de la migración.
La migración, básicamente, es el camino que realizan las aves desde una zona de invernada hacia otra de cría. Estos movimientos se realizan en primavera entre el área de invernada y de cría, conocido como migración prenupcial o primaveral, y los realizados en otoño como migración postnupcial u otoñal. Durante este trayecto las aves soportan situaciones meteorológicas adversas, como fuerte vientos o lluvias torrenciales, así como depredadores, los cuales deben evitar para llegar a su destino final. Además, el ser humano incrementa la dificultad del viaje, utilizando métodos ilegales de caza o destruyendo el hábitat.
Por todo ello, se realiza el día mundial de las aves migradoras, para destacar la necesidad de su conservación y de sus hábitats. Cada año, diferentes organizaciones e instituciones realizan actividades por todo el mundo, como exposiciones o charlas, con el objetivo de sensibilizar a las personas de nuestra necesidad de conservar a las aves migradoras.
Resulta increíble pensar cómo un minúsculo pájaro pueda invernar en la zona centro de África y en primavera pueda atravesar el desierto del Sáhara, estrecho de Gibraltar y llegar a nidificar en el Centro o Norte de Europa. Ese recorrido lo realizan muchas especies de aves, como el Mosquitero musical (Phylloscopus trochilus) de apenas 10 gramos de peso y que realiza más de 10.000 kilómetros cada año en su migración. Sin embargo, el caso más destacable de la migración de aves es el del Charrán ártico (Sterna paradisaea), realizando cada año una migración de más de 30.000 kilómetros, ya que cría en el Ártico y después del periodo reproductor migra hacia el Antártico. Se trata de la migración regular más larga de todos los animales conocidos.
Desde el Oceanográfico podemos observar una amplia variedad de especies migradoras, ya que está en una ruta migradora que muchas aves realizan desde la zona de invernada en África hacia la zona de cría en Europa o viceversa. Además, los frutos y bayas de los árboles y arbustos de nuestros jardines proporcionan alimento a las aves que paran para recargar fuerzas y continuar su viaje.
Realmente el estudio de las aves es muy gratificante, y lo es más cuando se conocen las innumerables adversidades que las aves migradoras deben superar en su viaje para llegar a sus zonas de invernada y cría. Es por ello que debemos conocerlas, respetarlas y conservarlas, así como proteger a sus hábitats.