El acuario de València es el primero de Europa acreditado por la Asociación de Zoos y Acuarios americana (AZA)
AZA ha señalado al Oceanogràfic como un modelo a seguir en la gestión del cuidado animal y en la fórmula de supervisión por un órgano independiente como la Autónoma de Barcelona
El Oceanogràfic de València ha conseguido ser la primera institución zoológica europea que ingresa en la organización más exigente del mundo, la Asociación de Zoos y Acuarios (AZA) de Estados Unidos, tras certificar que cumple con los estándares más altos de bienestar animal y en las áreas de conservación, educación, ciencia, entretenimiento.
En el momento del ingreso, AZA ha definido el modelo del Oceanogràfic como ejemplar por su competencia en favor del bienestar animal, derivado de sus medidas de manejo animal, enriquecimiento y cuidado veterinario, así como del hecho de que un organismo consultor externo, ZAWEC (Zoo Animal Welfare Education Centre) perteneciente a la Universidad Autónoma de Barcelona y liderado por el catedrático especialista en bienestar animal el doctor Xavier Manteca Vilanova, coordine y evalúe el programa y sus resultados.
La AZA es una organización sin ánimo de lucro constituida por más de 200 instituciones, que cumplen con el mayor nivel de excelencia en el cuidado de animales, brindan una experiencia familiar divertida y educativa y dedican millones de dólares a la investigación científica, la conservación y los programas de educación.
El Oceanogràfic, situado en la Ciutat de les Arts i les Ciències, forma parte así y está acreditado por todas las asociaciones nacionales e internacionales más relevantes como la Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios (AIZA), la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA, en sus siglas en inglés), la Asociación Europea de Mamíferos Marinos (EAAM, en sus siglas en inglés).
Un largo proceso de inversiones, exigencia y mejoras
Tras asumir la gestión del centro, Avanqua, del grupo Global Omnium, se propuso optar a acreditarse por la asociación de zoológicos y acuarios americana, para lo cual debería revisar con sumo cuidado las condiciones operativas del Oceanogràfic para adaptarlas a nuevos y más severos estándares, especialmente en todo lo que tiene que ver con el manejo y seguridad de los animales y personas que trabajan con ellos así como de los visitantes.
De este modo el proceso de adscripción comenzó a principios del año 2018 en el que se formula la solicitud y se produce una primera visita de preinspección en julio de ese mes. A partir de ahí y de las objeciones que se hicieron comienza un proceso de perfeccionamiento y mejora en los siguientes meses en todos los ámbitos, desde la operatividad hasta las señalizaciones o la gestión energética, con una inversión próxima a los 180.000 euros. Todos los departamentos se han visto incluidos en la revisión de la operatividad del centro en cuanto a ensayos de evacuación, escape de animales, emergencias, incendios, interpretación, prácticas de buceo y otros.
En diciembre se produce la segunda inspección en profundidad durante tres días en el que se chequea con todo detalle áreas como restauración, tiendas, operaciones, biología, mantenimiento y atención al público.
También se analiza con detalle y especialmente que todos los integrantes de todas las áreas asuman y transmitan los valores del Oceanogràfic de conservación y concienciación frente a los problemas medioambientales y amenazas de la biodiversidad, resumidos en su lema: “El mar en tus manos”, una frase que ha destacado AZA en su examen que “resume cómo cada individuo tiene la oportunidad de cuidar y proteger en mayor o menor medida el entorno natural”.
Examen final en Arizona
Al acabar la inspección, los enviados de AZA hicieron un primer análisis, como una ITV minuciosa, en la que se significan algunos aspectos aún mejorables y remarcan los valores más destacables como la existencia de la Fundación Oceanogràfic, el bienestar animal, técnica veterinaria, sistema documental…
El último examen se produjo en Phoenix (Arizona), a mediados de abril, en el transcurso de un encuentro de medio año (“Mid year meeting”) donde más de 1.000 profesionales de Estados Unidos se reúnen para compartir experiencias en talleres, mesas redondas y conferencias. Allí tres representantes de la dirección del Oceanogràfic (Eduardo Nogués, director general del Oceanogràfic, Clint Wright, vicepresidente del Acuario de Vancouver y socio de Avanqua, y Beatriz Domínguez, “registrar” del Oceanogràfic) comparecieron ante la junta directiva de AZA, constituida también como jurado para acreditar a los aspirantes a entrar en la asociación.
Con toda la documentación estudiada y vistos los informes de los auditores, más las correcciones introducidas el tribunal formuló unas cuestiones orales. Tras la deliberación se emitió la comunicación formal de que el Oceanogràfic entraba en la elite mundial con una acreditación, revisable, como para todos los integrantes, a los tres años.