- La Fundación Oceanogràfic consigue criar por primera vez en España embriones de pintarroja de huevos obtenidos del descarte de pesca
- Los animales han sido liberados a mar abierto en una zona de condiciones similares al hábitat de puesta del tiburón mediterráneo
- Gloria Tello: “Como concejala de Bienestar Animal apoyo este proyecto por la recuperación de especies y su papel concienciador y educador”
El Oceanogràfic de València ha marcado esta mañana un hito en la investigación y conservación de animales marinos, al liberar por primera vez en España, 20 crías del tiburón pintarroja, cuyos huevos fueron obtenidos hace unos seis meses del descarte de pesca en el litoral valenciano y, gracias al proyecto de investigación de la Fundación Oceanogràfic, han podido eclosionar y desarrollarse con éxito para poder regresar a las aguas naturales de su especie en el Mediterráneo.
Para ello ha sido necesaria la colaboración del área de Conservación de la Fundación Oceanogràfic con la Associació LAMNA per a l´Estudi de Elasmobranquis de la Comunitat Valenciana, de la Dirección General de Pesca de la Generalitat Valenciana y la aportación de los pescadores del barco Cap Prim Segón de Xàbia y El Pausep de València, gracias a los cuales se ha dispuesto de huevos de dos especies de tiburones: pintarroja, Scyliorhinus canicula y olayo, Galeus melastomus.
El responsable del proyecto, Pablo García, ha explicado que los animales han sido liberados en una zona similar a la empleada por las hembras para sus puestas, con el fin de que los tiburones crezcan en su medio natural. “Hasta la fecha – dijo- hemos realizado una experiencia piloto, que nos ha permitido pulir el proceso de manipulación y cuidado de los animales. Hemos empezado trabajando con especies habituales que no se encuentran en peligro de extinción para ver si lo que pretendíamos era posible. En vista de que el resultado ha sido positivo, el siguiente paso será trabajar con especies que se encuentren en peligro de extinción, como es el caso de algunas rayas del Mediterráneo”.
Los huevos fueron extraídos de las hembras muertas o desenredados de las redes de pesca y, luego, transportados a las instalaciones de Cuarentena del Oceanogràfic, donde se limpiaron y colocaron en los acuarios preparados para el proceso y en los que se ha mantenido un control exhaustivo de las condiciones del medio, revisando diariamente la eclosión y los animales en desarrollo, que dependiendo de la temperatura han tardado entre tres y seis meses.
García señaló que “el fin último del proyecto es conseguir convertir un descarte de pesca en un recurso, en algo valioso que os permita llevar a cabo una profunda labor educativa e investigadora, mientras se logra la conservación de estos increíbles animales”.
Apoyo de la concejala de Bienestar Animal
El trabajo realizado hasta ahora fue presentado en el transcurso de un acto al que asistieron la concejala de Bienestar Animal, Gloria Tello, la presidenta de la Fundación Oceanogràfic, Kadia García y el director general del Consorci València 2007, Vicent Llorens.
La concejala Tello manifestó que “he querido dar apoyo a esta iniciativa con mi presencia hoy aquí” porque se trata de “un proyecto que hace posible la recuperación de estas especies de animales “y cumple un “papel concienciador y educador, un papel fundamental en las políticas de bienestar animal, ya que tan sólo avanzaremos en el respeto hacia las otras especies no humanas desde una base sólida de educación y concienciación”.
Colaboración de la Marina de València
La Marina de València lleva tres años colaborando con el Oceanogràfic para que pueda recoger en sus aguas distintas especies que después habitan en los acuarios del centro marino. El director general del Consorci València 2007, Vicent Llorens, ha dado la bienvenida a La Marina de València, un espacio donde “las cosas buenas pasan” y que fomenta actividades relacionadas con la sostenibilidad, la náutica, la innovación, la cultura, la creatividad y la participación ciudadana, dentro de una estrategia centrada en la activación productiva y la recuperación ciudadana del recinto marítimo. Llorens ha puesto en valor la iniciativa de la Fundación Oceanogràfic y ha anunciado que La Marina y la fundación van a seguir colaborando en nuevos e interesante proyectos en un futuro próximo.
Por su parte, la presidenta de la Fundación Oceanogràfic resaltó “el orgullo que sentimos hoy en el Oceanogràfic y en su Fundación ante el hito tan extraordinario que supone la suelta de unos tiburones que han sido criados con en nuestras instalaciones gracias a nuestros profesionales y a nuestros investigadores” y felicitó al equipo que ha hecho posible el desarrollo bajo la dirección de Pablo García.
Los grandes perjudicados
Las poblaciones de elasmobranquios – tiburones y rayas- sufren un gran declive a nivel mundial por la destrucción de su hábitat y la presión pesquera. En el Mediterráneo, de las 89 especies encontradas, el 52% tiene algún tipo de problema de conservación. Por desgracia no existen datos fiables sobre el total de individuos pescados ya que se suele confundir con otras especies, o muchas veces no son declarados.
En todo el mundo son pescadas y declaradas hasta 280.000 toneladas de tiburones y rayas al llegar a puerto.
Los pescadores extraen diariamente elasmobranquios, pero gran parte de ellos no son comercializados ni consumidos, formando parte del llamado descarte de pesca. Se calcula que aproximadamente el 25% de las capturas acaban siendo descartes de pesca.
Por otra parte, la pesca accidental de hembras ovíparas embarazadas provoca que los huevos lleguen a puerto en su interior. El proyecto de recuperación de estos huevos pretende aprovechar un recurso descartado por la pesca, llevando a término sus embriones en un medio controlado. La intención es conseguir que aquellos huevos ya fertilizados y en un estado adecuado progresen y eclosionen exitosamente. De esta manera, el recurso originalmente descartado podrá ser empleado en labores de educación y concienciación de estas especies, algunas de ellas en peligro crítico, en el medio marino.