• El Oceanogràfic de Valencia celebra los ochos años de la única cría de beluga de Europa

El pasado 15 de noviembre, el Oceanogràfic de València conmemoró un hito especial: el octavo aniversario de Kylu, la primera beluga de todo Europa nacida en medio controlado y todo un símbolo del compromiso del centro con la investigación científica y la conservación marina.

Este aniversario, enmarcado en las Semana de la Ciencia, pone de relieve los avances en bienestar animal y los estudios pioneros que han convertido a Kylu en un referente a nivel mundial.

Desde su nacimiento en 2016, Kylu ha sido protagonista de un programa de investigación que ha desvelado datos cruciales sobre las belugas, una especie que enfrenta amenazas en su hábitat natural. A lo largo de estos años, el equipo del Oceanogràfic, junto a expertos científicos y universitarios, ha utilizado este entorno controlado para profundizar en áreas clave como su sistema respiratorio, su desarrollo vocal, su comportamiento y el bienestar animal.

Ocho años de ciencia aplicada: de cría a colaborador científico

Kylu ha crecido notablemente desde su nacimiento, superando los 500 kilos y los tres metros de longitud. Su rutina diaria combina cuidados veterinarios, enriquecimiento ambiental y entrenamiento, que no solo aseguran su bienestar, sino que también facilitan estudios detallados que de otra manera serían imposibles de aplicar en mar abierto.

El trabajo con Kylu se basa en técnicas de refuerzo positivo que han permitido, por ejemplo, que se familiarice con dispositivos como los espirómetros para medir su función respiratoria o ventosas para realizar análisis cardiovasculares.

Estas innovaciones no solo generan datos científicos inéditos, sino que también sirven como modelo para técnicas de conservación aplicadas a otras especies marinas.

La presencia de Kylu en el Oceanogràfic ha abierto oportunidades únicas para la investigación científica. Un equipo internacional de expertos, coordinado por la Fundación Oceanogràfic, trabaja en proyectos que abarcan desde estudios fisiológicos hasta análisis comportamentales.

Entre los temas más destacados se encuentran el desarrollo del sistema inmune en belugas jóvenes, las diferencias en las vocalizaciones a lo largo de las etapas de vida y el impacto del entorno controlado en el bienestar animal.

Gracias a los datos recopilados en el Oceanogràfic, se ha podido comparar la fisiología de Kylu con la de su madre, Yulka, identificando diferencias significativas entre ejemplares jóvenes y adultos.

Estos hallazgos son especialmente valiosos para entender las necesidades de la especie en sus primeras etapas de vida, algo difícil de estudiar en su hábitat natural debido a las condiciones extremas y el comportamiento reservado de las belugas.

Además, el conocimiento generado tiene aplicaciones prácticas en la conservación de las poblaciones silvestres. Las belugas enfrentan amenazas como la contaminación, la pérdida de hábitat y el impacto del cambio climático en el Ártico. Los estudios sobre el desarrollo inmunológico y la salud respiratoria de Kylu ofrecen herramientas clave para abordar estas problemáticas y diseñar estrategias de protección más eficaces.

La Semana de la Ciencia: un puente entre la investigación y la sociedad

El aniversario de Kylu se celebra en un contexto especial: la Semana de la Ciencia, una iniciativa que busca acercar la investigación marina al público general. Durante esta semana, el Oceanogràfic ha participado en actividades educativas y divulgativas que incluyen talleres, charlas y demostraciones interactivas.

Un carácter único que inspira a quienes lo rodean

Además de su valor científico, Kylu destaca por su carácter noble y curioso. Desde pequeño, ha mostrado una gran capacidad de adaptación y aprendizaje, lo que ha permitido a sus cuidadores enseñarle conductas complejas y colaborar en su bienestar y enriquecimiento ambiental.

El equipo de cuidadores del Oceanogràfic diseña regularmente juguetes y actividades que estimulan sus habilidades cognitivas y fomentan su curiosidad. Desde boyas adaptadas hasta “sombreros” flotantes, cada elemento se diseña para enriquecer su entorno y mantenerlo activo tanto física como mentalmente.

Un legado para la ciencia y la conservación

El octavo aniversario de Kylu es también un recordatorio del impacto que puede tener el trabajo en entornos controlados para la conservación de especies marinas. Su existencia ha permitido generar datos que serán fundamentales para el futuro de las belugas y para enfrentar los desafíos que plantea la protección de la biodiversidad en los océanos.

Kylu es un embajador de su especie y un puente entre la ciencia, la educación y la conservación.