- La oferta vacacional alcanza su récord de asistencia con 125 escolares a unas jornadas centradas en el valor ecológico de los escualos
- Los escolares conocerán de la mano de los educadores y acuaristas las costumbres, alimentación y trato a los tiburones y soltarán un tortuga
- Ya está abierta la inscripción a la Escuela de Verano del Oceanogràfic
La Escuela de Pascua del Oceanogràfic de València ha comenzado ya con 125 escolares que ingresaron este martes por la mañana, una cifra que marcaba un nuevo récord de esta actividad anual, que va creciendo año a año.
La Escuela de Pascua, que organiza el departamento de Educación del Oceanogràfic, se desarrolla hasta el viernes que viene. Se trata de una actividad que pretende hacer llegar a los niños y niñas el conocimiento de los profesionales del centro sobre los principales animales marinos, que habitan las instalaciones y este año, principalmente, sobre el tiburón.
Los participantes en la Escuela de Pascua tienen la oportunidad de vivir más de cerca unas experiencias que les aproximan al mundo animal marino desde un punto de vista didáctico y concienciador, que empieza con una recepción y primera visita de instalaciones de Mediterráneo, Templados y Tropicales, y que acaba el viernes con actividades en la playa tras la suelta de una tortuga.
El tiburón es el epicentro
Durante las mañanas de la escuela, los participantes podrán visitar las instalaciones del Oceanogràfic de la mano de los educadores, que los acompañarán en todo momento, así como de entrenadores y acuaristas que contestarán a todas las cuestiones que les quieran plantear.
Cada grupo estará identificado con una chapa. Y ya que la temática de la escuela es de tiburones, cada uno de ellos se identificará con una especie. Al llegar se les entrega el cuaderno “La tiburonpedia” con información relevante acerca de los escualos y algunos ejercicios que ayudan a comprender la identificación de las distintas especies.
El mensaje de conservación y concienciación comienza con un taller de reciclado de plásticos cuya superabundancia y consumo de un solo uso se ha convertido en el principal problema de los mares. Para esta propuesta cada escolar lleva una botella de plástico de casa para transformarla en un tiburón.
Además cada uno se hará su propio “saquet” marino para transportar el almuerzo diario en el cole.
Alimentación de tiburones y charlas prácticas
Como los protagonistas de esta escuela son los tiburones, los alumnos van a poder colaborar en la alimentación de éstos, acompañando a los cuidadores en su labor diaria. Para lo cual se acercarán a la zona técnica para ver comer a los tiburones grises y ayudarán a alimentar los tiburones martillo de la instalación de acceso y conocerán los cuidados específicos de los tiburones que se encuentran en el área de cuarentena.
Algunos de los cuidadores de Océanos darán una charla especial contando anécdotas de su trabajo en el cuidado de los tiburones y mostrarán su traje de buzo y las herramientas que utilizan para cuidar a estos grandes peces.
Será posible, también, ver una película infantil en 4D con todos los efectos de viento, lluvia, etc.
Un reto diario, una “yincana” y dormir con tiburones
Cada día se expondrá un reto que averiguar del acuario para que participen en grupo. Pero el gran reto, será realizar un “flash mob”, con la temática tiburón, por todo el parque. Se grabarán las imágenes y estarán disponibles en internet a través de un enlace junto con las imágenes.
Llegada la noche, tras la cena, todos juntos podrán jugar a la gran “Yinca-tibu” nocturna.
Esa noche, la del jueves, los niños de la Escuela de Pascua se convertirán en auténticos detectives. En cada instalación del Oceanogràfic habrá una amenaza para los océanos que deberán encontrar.
Todas estas pruebas tendrán como objetivo poner a salvo el océano y a su vez a los peces.
Una vez se descubran todas las amenazas, la labor de la escuela será eliminarlas para que los tiburones puedan vivir en paz y los participantes dormir tranquilos en el famoso túnel de Tiburones.
Los niños pasarán la noche durmiendo en la instalación de los tiburones, donde se habrán ganado conocer el cuento de “La tiburona Miguelona” para tener dulces sueños.
Suelta de tortuga y la canción “Baby shark”
La recompensa de superar el reto sigue a la mañana siguiente con actividades en la playa. Una de ellas, y la principal, es la suelta de una tortuga de las que se han recuperado en el ARCA del Mar de la Fundación Oceanogràfic. El animal puede volver, así, al mar gracias a que la Red de Varamientos, compuesta por la Universitat de València, Consellería de Medio Ambiente y Oceanogràfic, actúe y lleve hasta el también conocido como Hospital del Mar donde recibe todos los cuidados posibles.
De esta forma, es posible que un gran grupo de niños y niñas partícipe de es compleja actuación colectiva que acaba con su devolución al mar, a su hábitat natural.
Tras la suelta, continúan las actividades con una simpática coral de la famosa canción “Baby shark” y, posteriormente, una batida para limpiar la zona. Regreso al Oceanogràfic… y, a casa.