LAS INCREÍBLES CRIATURAS DEL ÁRTICO: LAS MORSAS
Dr. Gabriella Postiglione
Etología y bienestar animal. Departamento de medicina veterinaria. Alma Mater Studiorum, Universidad de Bolonia.
Después de mi aprendizaje con las belugas, (LINK BLOG 1) no imaginaba que mis nuevas amigas iban a ser tres hermosas chicas con bigotes: las morsas. Las conocí cuando volví a Valencia para presentar mi proyecto sobre las belugas. Afortunadamente, tuve la oportunidad de acceder detrás del acuario del Ártico. Mientras subía por las escaleras para salir, un extraño rugido llamó mi atención.
¿Qué era ese sonido?
No tenía ni idea de qué animal podría ser ese extraño ruido, así que, inmediatamente miré alrededor. Mi gran sorpresa fue cuando vi, a tres metros de mí, tres enormes morsas marrones con sus entrenadores. ¡Fue amor a primera vista! Después de aquel encuentro, quise saber más sobre ellas. Aunque sea difícil de creer, pronto descubrí que había poca información sobre las morsas, su comportamiento y su fisiología.
Tanya, una morsa de 13 años que vive en el Oceanogràfic
Entonces, decidimos estudiar en el Ártico del Oceanogràfic el comportamiento de Tanya, Ninotchka y Petrushka, así como, sus cambios hormonales durante un año a través de su saliva. Para ello, solo se necesita que la morsa mantenga la boca abierta por un minuto, mientras que sus entrenadores extraen la muestra de sus gruesas mejillas. A través de la saliva vemos como la hormona cortisol puede variar después de haberles extraído sangre o durante otros procesos, como ocurre también con las personas. Así pues, con la ayuda de un equipo de estudiantes de diferentes países, estamos aprendiendo mucho sobre estos sorprendentes gigantes y entendiendo como preservar su especie.
Recogida de muestras de saliva
Disfruto trabajando con estos animales y estando constantemente aprendiendo sobre ellos, sobre todo, de su increíble variedad de vocalizaciones. ¡Quién hubiera imaginado que un animal como la morsa pudiera emitir tantos sonidos!
