- Erizos de mar, tiburones y algas actúan de bioindicadores que informan diariamente de la calidad de los 960.000 litros de agua que entran en el acuario.
- La alerta por la alteración biológica de los animales puede llegar a bloquear el suministro
El Oceanogràfic de València recibe al día 960.000 litros de agua directamente desde el Mar Mediterráneo, a un kilómetro mar adentro frente al Puerto de València . Al proceder de un ambiente abierto, sometido a diferentes amenazas como el calentamiento global, vertidos tóxicos y acidificación del medio, es imprescindible realizar un exhaustivo control de la calidad del agua antes de hacerla llegar a los acuarios donde viven más de 15.000 animales.
El recorrido del agua en el Oceanogràfic es fijo discontinuo, entrando directamente desde el mar, pasando por un aljibe de almacenamiento general a la entrada de las instalaciones, y siendo distribuido desde ahí al resto de hábitats y acuarios. En ese trayecto, es imprescindible realizar análisis rutinarios de control de pH, temperatura y componentes microbiológicos, que aseguren la calidad del agua.
Para realizar este control se ha instalado, además, un tanque pionero de bioindicadores de 250 litros que permite monitorizar de una manera práctica y continua la calidad del agua captada directamente del mar.
Canarios en las minas, erizos en el acuario
Los bioindicadores son seres vivos, como peces, anémonas, algas o erizos, que pueden ser usados como centinelas del estatus de salud de otras especies y ecosistemas, gracias a la sensibilidad a alteraciones ambientales. Son por tanto, un método sencillo, preciso y fiable para detectar alteraciones en el medio ambiente,
En el Oceanogràfic desarrollan el mismo papel que tenían los canarios en las minas durante el siglo XX, los cuales morían cuando el contenido de Co2 en el ambiente era alto, alertando del cambio en las condiciones favorables para la vida de los mineros. Los bioindicadores del nuevo tanque son, por tanto, centinelas de la salud de más de 15.000 animales representantes de 500 especies distintas.
Quién es quién
Dentro del tanque de bioindicadores hay diferentes organismos vivos capaces de detectar y evaluar directamente el impacto de los contaminantes ambientales, clasificados en tres grandes grupos
- Detectores: organismos que ante la presencia de cambios ambientales desfavorables sufren un aumento en la mortalidad, alteración en la actividad reproductiva y una disminución en su abundancia, como los erizos de mar.
- Explotadores: Con la desaparición de competencia o debido al enriquecimiento de nutrientes ocasionados por perturbaciones ambientales, sufren un crecimiento poblacional explosivo, como las algas Caulerpa prolifera.
- Acumuladores: organismos que, debido a su resistencia a ciertos contaminantes, pueden acumularlos en sus tejidos en concentraciones que pueden ser medidas sin sufrir un daño aparente como los tiburones pintarrojas