La Dirección General de Medio Natural suelta en el Lago Vivo el emblemático pez valenciano en peligro de extinción.
La Fundación Oceanogràfic colabora con la Conselleria en diversos programas de conservación de especies autóctonas.
Mas de mil samarucs (Valencia hispánica) han entrado esta mañana a poblar las aguas del Lago Vivo, la pequeña albufera del Oceanogràfic, que está reproduciendo la Fundación Oceanogràfic con flora y fauna locales, cada vez más abundante y de especies más diversas.
Los ejemplares han sido reproducidos en cautividad en las instalaciones que la Consellería d’Agricultura, Desenvolupament Rural, Emergència Climàtica i Transició Ecològica tiene en El Palmar (PN de l’Albufera) destinadas a salvar las especies más amenazadas de nuestra flora y fauna acuáticas.
El director general del Medio Natural y Evaluación Ambiental, Francisco Javier Quesada, ha participado en la suelta de estos peces tan característicos de la Comunitat Valenciana, que se encuentran en peligro de extinción y a los que la Generalitat Valenciana ha destinado grandes esfuerzos, que en algunos casos han obtenido resultados positivos.
Un hábitat adecuado para el samaruc
En este caso, la Conselleria que dirige Mireia Mollà, ha considerado que el ecosistema, que se ha creado desde hace unos años en los lagos del Oceanogràfic, tiene todas las garantías para alojar este animal emblemático y, por otra parte, ha valorado el gran valor divulgativo, que supondrá dar a conocer la especie y difundir la delicada situación de estos pececitos al 1,5 millón de visitantes que pasan anualmente por las instalaciones del centro.
El samarugo, en castellano, es una especie asociada a aguas quietas como humedales y es exclusiva de España, sobre todo de la Comunitat Valenciana. Es muy sensible a los cambios de hábitat y muy débil frente la introducción de especies invasoras como la gambusia (Gambusia holbrooki), un pez importado de Norteamérica para luchar contra el paludismo.
Esta acción se une a otro tipo de proyectos en los que colabora la Fundación Oceanogràfic con la Conselleria de Agricultura y Transición Ecológica para la conservación y reproducción de especies de fauna – galápagos o gallipatos- y flora autóctonas en peligro de extinción, como lo prueba el hecho de que el Lago Vivo se ha convertido en un espacio natural, no sólo para invertebrados, sino también