La naturaleza siempre reserva sorpresas. Y una de ellas ha sido la que se han llevado los cuidadores del departamento de Aves del Oceanogràfic València al descubrir que en la hornada de este año se ha formado una familia muy particular de cisnes de cuello negro: tres polluelos recién nacidos tienen tres “padres” que cuidan de ellos y les alimentan.
Este fenómeno no es único, pero sí poco habitual. Cuando nacieron los tres polluelos, además de sus padres naturales, se sumó a su cuidado un tercer cisne, que siempre está junto a ellos. Está estudiada la figura del animal ayudante de cría que se da en vertebrados, en una especie de cooperación y altruismo que persigue ayudar a sus parientes para pasar genes a la generación siguiente.
Si no existe un parentesco es posible que esta actitud busque sobrevivir o una reproducción en el futuro.