- Aves de la vecina Albufera y de Turia empiezan a convivir con las del Oceanogràfic tras el proceso de naturalización de la gran lámina de agua del parque
En las instalaciones del Oceanogràfic de València existe el lago vivo, una extensión de agua dulce en pleno proceso de naturalización, en la que se puede encontrar una amplia variedad de aves acuáticas, como Pato colorado (Netta rufina), Tarro blanco (Tadorna tadorna) o Cisne cantor (Cygnus cygnus). Sin embargo, estas instalaciones también son utilizadas por algunas especies de aves que la visitan a lo largo de todo el año procedentes principalmente del Parque Natural de la Albufera y del cauce viejo del Turia.
El lago actualmente sigue un ciclo natural libre de cloro que hace que proliferen las algas, que a su vez muchos insectos lo utilizan como lugar de protección y puesta de sus huevos. A continuación, aparecen algunas especies que se alimentan de estos insectos, como pequeñas aves o las ranas. Por último, algunas aves más grandes se acercan y depredan sobre ellas. Por lo tanto, el ciclo de la vida se representa en este nuevo hábitat del Oceanogràfic, el lago vivo.
Un ciclo natural en el corazón del Oceanogràfic
Una de las especies más frecuentes es la Gallineta común (Gallinula chloropus), un ave común en ríos, lagos y humedales y que cuenta con varias parejas dentro de las instalaciones del Oceanogràfic, que gestiona Avanqua, del grupo Global Omnium. El lago vivo supone una fuente importante de alimento, por las algas presentes en el agua. Es fácil de observar moviéndose con los patos de la instalación o, incluso, caminando fuera del agua.
Otras especies presentes en el Oceanogràfic son la Garcilla bueyera (Bubulcus ibis) o la Garceta común (Egretta garzetta). Ambas pertenecen a la familia de las garzas y se caracterizan porque son especialistas en pescar diferentes especies acuáticas utilizando su gran pico como arpón. Se colocan pacientemente en el límite del lago y esperan que en sus proximidades pase alguna rana. En ese momento, un disparo certero con su pico atrapa a su presa.
Por otro lado, el Cormorán grande (Phalacrocorax carbo) también visita las instalaciones del parque, aunque suele aparecer con menor frecuencia que las especies anteriores. Se trata de una especie piscívora, es decir, se alimenta básicamente de peces y en el Oceanogràfic, además de visitar a los cormoranes del lago vivo, se alimenta del pescado que se entrega a sus parientes.
Un pájaro inteligente
Sin embargo, la especie visitante más conocida del Oceanogràfic es la Gaviota patiamarilla (Larus michahellis). Este inteligente pájaro se alimenta de un amplio abanico de posibilidades, desde palomas hasta comida de las propias especies del lago. Utiliza diferentes instalaciones del parque como posadero, desde donde controla su campo de visión, y suele observarse todos los días volando por las instalaciones.
Además, existe otro grupo de aves que visita el lago, pero que al ser mucho más pequeñas que las especies anteriores pasan más desapercibidas. Es el caso de la Lavandera blanca (Motacilla alba) o Lavandera cascadeña (Motacilla cinerea), que se alimentan de las especies de insectos del lago, siendo un estupendo insecticida biológico.
Las aves que visitan el acuario enriquecen la belleza y el atractivo de las áreas exteriores y constituyen también otra forma de conocerlas y de aprender a respetarlas y conservarlas.
Algas y ranas
Desde que se ha iniciado el proceso de naturalización de la gran lámina de agua del parque, han hecho su aparición dos nuevos y visibles habitantes: las aglas y las ranas.
Miles de ranas se han hecho presentes sobre la superficie que crean las algas naturales que han encontrado su hábitat en el agua una vez desaparecido el cloro que buscaba hacer más trasparente el lago. Las ranas se han reproducido de forma natural al encontrar un ambiente propicio para ello las adultas que llegaron salto a salto hasta el lago. Cada animal puede poner cientos de huevos que, posteriormente, se convierten en renacuajo y, finalmente, en rana.