Coincidiendo con el Día Mundial de la Protección de la Naturaleza, una cápsula del tiempo en forma de escafandra se ha sumergido hoy en uno de los acuarios del Oceanogràfic de Valencia donde permanecerá hasta el año 2030.

El recipiente, diseñado por la artista valenciana Ana Docavo, recoge en su interior más de mil deseos por la conservación de los mares y océanos de los visitantes al Oceanogràfic en el último año. Dentro de siete años, la cápsula se abrirá de nuevo para determinar si se han cumplido.

 

 

El propósito de esta cápsula es servir como testigo del compromiso colectivo hacia la protección medioambiental y la sostenibilidad marina. Una iniciativa que se enmarca en la «Década de los Océanos 2020-2030«, coordinada globalmente por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la UNESCO.

Esta iniciativa forma parte de “La Marea del Cambio”, el ciclo de diálogos científicos y actividades participativas que se ha realizado en colaboración con Frosch, la marca líder de productos de limpieza ecológica para el hogar.

Tanto los participantes del ciclo de conferencias como los visitantes del Oceanogràfic de la Ciutat de les Arts i les Ciències de Valencia han ido depositando sus mensajes en dos categorías: ¿Qué debemos hacer para proteger nuestros mares? y ¿Cómo queremos que sea nuestro océano en el futuro?

Alicia Borque, divulgadora de la Fundación Oceanogràfic, ha destacado la importancia de la participación de la sociedad: «Necesitamos la colaboración de cada individuo para lograr nuestros objetivos de conservación marina. Un pequeño cambio en nuestros hábitos diarios puede marcar la diferencia significativa que buscamos».

José Espín, director general de Frosch, ha elogiado la iniciativa de la Fundación Oceanogràfic y ha destacado la importancia de actuar ahora y no esperar hasta 2030. «Nuestra empresa es un ejemplo de consumo responsable, demostrando que podemos vivir de manera sostenible sin dañar nuestro entorno».

 

 

Los últimos mensajes de la cápsula del tiempo

La cápsula, antes de su inmersión, ha sido clausurada por los estudiantes del aula de Educación Especial del IES Andreu Alfaro de Valencia, quienes han añadido sus últimos deseos por un medio ambiente próspero.

Acto seguido, dos buzos del Oceanogràfic han depositado la cápsula en el fondo del acuario, donde será custodiada por los animales marinos hasta su apertura en 2030.

La cápsula del tiempo del Oceanogràfic es un símbolo tangible del compromiso de la sociedad para preservar los océanos y construir un futuro más limpio y sostenible para las generaciones futuras.

 

 

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